Una visita
casi inesperada y que me sorprendió gratamente, primero por la atención de
su dueño y ganadero D. Juan Ignacio Perez Tabernero y en segundo lugar por el
lustre de sus toros.
Es un placer en este año tan complicado,
ver que los animales tienen la comida como castigo en fincas de bravo como
esta.
Cercados todos alambrados, plaza
coqueta y a la antigua usanza, todo de 10.
Agradecer el trato recibido, la
atención y las facilidades en todo momento por parte de D. Juan Ignacio que a
pesar de tener sus toros un tanto alterados por los cambios de tiempo y de cercados no
dudo en ningún momento sobre nuestra visita.
A continuación os dejo algunas
de las fotografías de esa tarde.
Si estas interesado en alguna de las fotografías aquí expuestas, solo tienes que ponerte en contacto a través del correo desdetoriles@gmail.com